Aurelio Azaña. Decano del COIIAOc.
Esta vez hemos querido poner de relieve en nuestra publicación, el papel de las mujeres en la Ingeniería Industrial. Posiblemente la ingeniería es una de las profesiones que desde sus inicios ha sido menos ‘atractivas’ para las mujeres o, dicho de otro modo, siempre se ha considerado que eran profesiones ‘de hombres’. Esto dicho así, puede resultar alarmante para cualquier persona de la última generación profesional, pero no olvidemos que las primeras mujeres ingenieros industriales son de la segunda mitad del siglo XX.
Efectivamente, la segunda mujer ingeniero industrial terminó sus estudios en 1949. Se trata de Isabel Trabal Tallada, persona entrañable, muy inteligente (fue número uno de su promoción) a la que tuve el placer de conocer y compartir distintos momentos cuando era presidenta de Caja de Ingenieros. Anteriormente a Isabel, la única mujer que se licenció como ingeniera industrial fue Pilar Careaga y Basabe, que terminó sus estudios en 1929 en la Escuela Central de Madrid y que llegó a ser alcaldesa de Bilbao. Como cosa anecdótica, fue la primera mujer que condujo una locomotora a vapor en las prácticas de la asignatura de ferrocarriles. Afortunadamente, la tendencia ha cambiado. Sin llegar a igualar el porcentaje hombres-mujeres, los ritmos de incorporación de mujeres a los estudios de Ingeniería Industrial y luego a la profesión de ingeniero industrial van en aumento, como veremos en páginas siguientes.
Todavía queda mucho por hacer en la incorporación de mujeres a las enseñanzas técnicas (un 30% aproximadamente) y sobre todo a la carrera de ingeniero industrial (algo más del 20% de mujeres) ya que en la Universidad española, el porcentaje de mujeres supera, de media, al de hombres. Por ello, en esta revista queremos hacer ver a la sociedad en general que es posible triunfar como ingeniera industrial y desarrollarse profesionalmente dentro de una profesión de carácter técnica.
Las mujeres que tenemos en nuestro colectivo han ocupado y ocupan altos cargos en las administraciones públicas y en las empresas. También tenemos mujeres dedicadas al ejercicio libre de la profesión y mujeres empresarias. Me viene a la mente una de las pioneras en Andalucía (de las primeras promociones de la Escuela Superior de Ingenieros de Sevilla) nuestra querida colega Trinidad Acuña, que tanto aportó a la Ingeniería Industrial en Andalucía y tanto le dedicó a la profesión de ingeniero industrial y a nuestro Colegio.
El perfil de ingeniero industrial para el año 2020
La proliferación de titulaciones que llevan la palabra ingeniero (entre grados y másteres son más de cuatrocientos) están llevando a una degradación de una profesión tan digna y difícil cual es la profesión de ingeniero. Esta dispersión de universidades y titulaciones está generando confusión entre los alumnos y los empleadores, y engañan a la sociedad. Por ello, pensamos que el ingeniero industrial del futuro debe conservar aquellos aspectos que le han permitido ser una de las profesiones más demandadas. De esta manera, seguirán siendo en el futuro estos aspectos los que den a los ingenieros industriales una empleabilidad y demanda muy por encima de la media.
No perdamos de vista que, en el plano internacional, el ingeniero industrial ha triunfado en todos los países a los que ha acudido de forma profesional, lo que significa que su preparación tiene unos estándares internacionales que ya los quisieran para sí muchos de los ingenieros de otros países. Ello me lleva a pensar que se están haciendo las cosas razonablemente bien pero que, al menos desde los colegios de ingenieros industriales, tenemos que exigir que esos niveles no caigan. En ello estaremos muy vigilantes.
El ingeniero industrial debe tener unos fundamentos sólidos en física, química y matemáticas aplicadas a la ingeniería, incorporando estas materias a los primeros cursos, que es donde se estructuran los pilares básicos de capacitación de los ingenieros. La clave del éxito de la titulación de ingeniero industrial radica en su carácter multidisciplinar y generalista, con unos conocimientos sólidos en disciplinas básicas como mecánica, electricidad, energía, organización y dirección de empresa. Estas disciplinas están bien recogidas en los descriptores de módulos del apartado 5 de la citada orden CIN/311/2009.
El ingeniero industrial debe ser un profesional con la mente abierta y bien adiestrado en la resolución de problemas complejos en entornos difíciles y cambiantes porque, tras un periodo más o menos largo de actividad profesional técnica, deriva hacia funciones más relacionadas con la gestión y resolución de problemas en empresas y organizaciones. El ingeniero industrial, por ser una profesión regulada, tiene atribuciones profesionales plenas y sin restricción en los campos de la industria, la mecánica, la electricidad, la química, la construcción y la edificación.
Además, en la formación obligatoria del ingeniero deberán entrar asignaturas conducentes a adquirir conocimientos para el cumplimiento de leyes, tales como la Ley de Ordenación de la Edificación, la Ley de Industria y los reglamentos que la desarrollan. Este Consejo enfatiza, además, la necesidad de incorporar como obligatorios un número de créditos relacionadas con la edificación (diseño, construcción, instalaciones, inspección técnica y verificaciones) y el urbanismo.
Para ello, el sentido literal del trabajo fin de master no es baladí, pues la orden CIN dice explícitamente que éste debe ser un proyecto integral de Ingeniería Industrial de naturaleza profesional en el que se sinteticen las competencias adquiridas en las enseñanzas. Ello tiene la misión de que los ingenieros tomen conciencia del carácter multidisciplinar y, a su vez, generalista de su titulación, siendo capaces de sintetizar todos los conocimientos especializados que se le han impartido a lo largo de su carrera para conseguir como resultado un proyecto original, global y ligado al ámbito profesional.
El conocimiento del idioma inglés es fundamental en el trabajo diario del 90% de los ingenieros industriales, por ello es indispensable que la base de inglés técnico y para los negocios forme parte del aprendizaje de los estudiantes de las escuelas de ingeniería.
Nuevas secciones para esta revista
Con el ánimo de mejorar constantemente y no caer en la autocomplacencia de una publicación referente de lo que es la profesión de ingeniero industrial, hemos creado una nueva sección dedicada a aquellos ingenieros que, de forma profesional o cuasiprofesional, han triunfado en otras actividades que a priori no tienen mucho que ver con la Ingeniería Industrial.
Veremos como su formación de ingeniero les ha ayudado a abrirse camino en esas otras actividades. Inauguraremos la sección con el ingeniero industrial Antonio Pérez, productor, director de Maestranza Films y colegiado en nuestro Colegio, y a quien desde aquí le agradecemos su colaboración y le deseamos muchos éxitos.
Vendrán en siguientes números de esta revista otros ingenieros que sorprenderán agradablemente a todos nuestros lectores.
En este sentido, como no conocemos a todas esas personas de nuestro numeroso colectivo, queremos hacer un llamamiento a todos aquellos que, siendo ingenieros industriales, se dediquen profesionalmente a actividades distintas a su formación, para que se pongan en contacto con la revista y de ese modo nos ayuden a enriquecer esta nueva sección.
Buenos muy bueb post quisiera preguntarle una mujer q recien egrese de 30 años de ing industrial si empezara a estudiar esta carrera ahora tendra trabajo es decir podra remunerar con trabajo todo lo que con esfuerzo obtenga tomandole dedicacion estudiando esta carrera espero su respuesta
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