La revista Ingeniería Industrial entrevista a Juana Mayo Núñez, catedrática de la Universidad de Sevilla, con motivo del número 251 de la publicación, centrado en la figura de la mujer en la ingeniería.
Licenciada en Ingeniería Industrial por la Universidad de Sevilla, en 2008 fue la primera mujer en conseguir una cátedra en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería. Actualmente imparte clases en la ETSI y en un máster de la Universidad de Granada, además de colaborar habitualmente con varias agencias de Calidad. Está especializada en Ingeniería Mecánica y desde que realizó la tesis doctoral sus investigaciones se centran en la dinámica de sistemas multicuerpo.
¿Existe alguna razón especial por la que decidió estudiar Ingeniería Industrial?
No, yo quería estudiar Física. Pero un amigo de la familia, profesor en la Facultad de Física, me aconsejó estudiar Ingeniería Industrial. Y me alegro de haberle hecho caso.
¿Cómo fue su experiencia siendo la primera mujer catedrática de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla?
Fue un reto, imagino que como siempre que se es el primero en algo. Pero el hecho de ser mujer no influyó en nada, ni negativa ni positivamente.
¿Notó un trato diferente a la hora de conseguir la cátedra?
No. Me tocó la época de las habilitaciones, a nivel nacional, en Barcelona. El tribunal estaba formado por siete catedráticos del área de Ingeniería Mecánica. Los cuatro que nos habilitamos, entonces titulares de Universidad, teníamos méritos similares.
¿Siempre quiso dedicarse a la docencia?
Cuando acabé recibí una buena oferta y pensé en irme a Madrid. Pero finalmente hice el doctorado en Sevilla, en Cinemática y Dinámica de Máquinas, como se llamaba entonces.
¿Encuentra grandes diferencias entre las estudiantes de Ingeniería de su época y las de ahora?
La diferencia más relevante es que el número de chicas que estudian ingenierías es mayor, y esto es algo bueno para todos. Ya hablando de manera más general, apuntaría que los estudiantes son más reivindicativos que antes. En mi época, por ejemplo, nadie recurría las notas.
Según los datos de matriculación de mujeres en carreras técnicas, hay un estancamiento en los últimos años, ¿a qué cree que se debe?
No tengo ni idea. Puede que se haya alcanzado el régimen estacionario.
En cuanto al profesorado, ¿considera que existe algún tipo de desigualdad?
No tengo datos del número de profesoras frente al de profesores, pero en ningún momento he sentido un trato diferente por ser mujer
¿Continúan existiendo desigualdades de género a la hora de la incorporación al mercado laboral?
No que yo sepa. Al menos en mi día a día y por los casos que conozco, no considero que sea así.
¿Considera que queda mucho por avanzar para conseguir la igualdad laboral en el ámbito científico-técnico?
En el ámbito que me muevo no hay desigualdades en materia de género, o al menos así lo percibo yo. Aunque es cierto que en la mayoría de las comisiones el número de hombres es muy superior al de mujeres. Hay comisiones en las que soy la única mujer y, en muchos casos, estoy ahí para cumplir con la cuota. El problema es que somos pocas. Yo fui la segunda mujer catedrático en el área de Ingeniería Mecánica en España. Ahora somos tres. Mientras seamos pocas en la base, seguiremos siendo pocas más arriba.
Desde su experiencia como docente, ¿qué aspectos mejoraría del sistema académico actual?
Creo que tenemos una Universidad pública muy buena. La docencia en la Escuela es excelente como ha quedado demostrado por los resultados de nuestros alumnos. Los dos problemas más graves actualmente, en mi opinión, son los constantes cambios de planes de estudios y la poca estabilidad del profesorado joven. Urge que se convoquen plazas, porque hay toda una generación en situación precaria muy bien preparada.
Ya podíais haber puesto el examen de teoría de maquinas de GITI mas facilito miarma, que os colasteis un huevo, después queréis buenos resultados.