Arthur Nagle nació en Nueva Caledonia, es estudiante de la doble titulación de Ingeniería Industrial en la École Centrale de Nantes y la Universidad de Sevilla.
¿Qué te llevó a estudiar Ingeniería Industrial?
Cuando tuve que elegir una ingeniería, no me decanté por un sector, ni aún lo he hecho. Como la Ingeniería Industrial es tan amplia, decidí estudiar esto y así ir probando qué especialidades me gustaban más.
¿Qué estudias actualmente?
Ingeniería Industrial, optativa Energética. Ahora estoy realizando el Proyecto Fin de Carrera sobre plantas desalinizadoras.
¿Cómo acaba un chico de Nueva Caledonia estudiando en la Universidad de Sevilla?
Nueva Caledonia tiene solo una universidad, y si quieres estudiar una ingeniería tienes que marcharte a Francia. En la École Centrale de Nantes, donde estudié, muchos de mis compañeros se marchaban un año a estudiar fuera, así que decidí venirme a Sevilla para terminar mi titulación.
En cuanto al sistema universitario, ¿cuáles son las diferencias entre Francia y España?
Hay varios aspectos diferentes. El primero, se trata del precio de la matrícula. En mi escuela de Nantes yo pagaba un precio fijo por año, mientras que en España pagas en función de los créditos. Ya desde el punto de vista académico, diría que la enseñanza en España es mucho más teórica, pero eso sí, aquí la docencia está más especializada que en Francia, quizás por la diferente concepción del ingeniero en ambos países. En España más de experto técnico y allí más como figura de manager. También es bastante diferente el sistema de prácticas en empresas. Aquí el alumno se las ha de gestionar por su propia cuenta, y en Francia están contempladas dentro del propio Plan de Estudios con un horario concreto reservado para realizarlas.
¿Crees que España ofrece muchas oportunidades a los ingenieros industriales?
Ya de por sí en Andalucía hay oportunidades, pero debería de haber más. En el ámbito de las energías renovables está Abengoa, la más conocida, pero hay muchas otras, como por ejemplo, Quintas Energy, que también opera en otros países. Cerca de Sevilla, hay plantas termosolares de torre y numerosos parques fotovoltaicos. Si hablamos de aerogeneradores, no olvidemos que España es líder europeo en términos de producción eólica. En España hay muchas oportunidades relacionadas con las energías renovables, pero no tanto empleo como en el resto de Europa, tal y como cabría esperar dados los índices de producción energética.
¿Cuáles son tus sueños profesionales?
A largo plazo, volver a trabajar a Nueva Caledonia, donde el tema de la dependencia energética está muy de actualidad. Antes de eso, quiero adquirir experiencia internacional, en primer lugar en España, si es posible. También contemplo la posibilidad de marcharme a Latinoamérica, donde se desarrollan gran cantidad de proyectos relacionados con suministro de energías y renovables.
Después de dos años aquí, ¿qué es lo que más te sorprende de Andalucía?
Sin duda, el vivir la calle y los horarios. Por ejemplo, en Nueva Caledonia cenamos sobre las 7 u 8 de la tarde, y a las 10 todo el mundo debe estar en la cama. Ya menos, pero al comienzo de estar aquí, se me hacía muy raro ver a niños jugando a la 1 de la madrugada mientras los padres están charlando en las terrazas de los bares, me quedé boquiabierto.